A pesar de todo el dolor que tengo
y todo mi sufrimiento
tu estás.
En lo más profundo de mi corazón,
tan frío y endurecido,
tu estás.
Cierro mis ojos y pienso en tí
logro imaginar tu hermosa y cautivadora sonrisa.
Imagino que me dices que todo va a estar bien
y tus ojos reflejan los rayos del sol
que iluminan mi rostro y pálido cuerpo,
pálido por el encierro.
Imagino que resalta de alegría
porque al fin está en libertad.
Aunque no lo sepas
sos tan especial para mi
que no tengo palabras para describirlo
todo terminará y saldré en libertad.
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