Cuánto tiempo ha pasado ya
desde que no puedo caminar por las calles,
tomar una birra,
juntarme con los pibes de mi edad.
Pasé por miles de cosas
que no sé si alguien vivió.
Hay días que miro los muros de esta cárcel
y me da nostalgia,
tristeza,
ansiedad.
No sé cuándo voy a salir.
Este sentimiento cierra mi apetito,
me deprime.
No soy de esas personas que lloran.
Soy de los que siempre ponen la sonrisa
y el pecho a la situación.
Me siento como en el medio del mar
¿Será porque me siento solo?
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