¡Últimamente me siento tan depresivo!
Tengo un dolor
que no es muscular
pero no sé como explicarlo.
Sería como un vacío,
como si estuviera sin rumbo
como un barco sin dirección
en el frío mar.
Ya no tengo esa vitalidad y esencia que tenía.
Este aislamiento terminó con todo.
Creo que luché lo más que pude
y eso que soy fuerte
pero ya no voy a sonreír nunca más.
La oscuridad y las rejas
se quedaron con una parte de mi
que de seguro ya no volverá.
Miré por una pequeña ventana el cielo
y vi muchas estrellas.
Creo que ellas también se cansan
y se apagan
así como lo haré yo en algún momento.
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