Despertar no es igual en mi celda. A veces pienso y sueño despierto. Miro a mi alrededor y lo transcurrido hasta ahora, las cuatro paredes que me rodean y no permiten entrar la luz del dÃa.
Mi pálido cuerpo reclama lo natural de ver el sol. Mi dÃas se vuelven noches. Mis pensamientos me carcomen la cabeza y al pasar los dÃas me pregunto si realmente existe Dios y por qué permite el sufrimiento.
A veces pienso si me volveré loco. Sólo el tiempo lo dirá...
El tiempo no pasa. ¡Es como si fuera eterno!. No puedo distinguir entre el dÃa y la noche. Solamente espero el dÃa en el que cumpla mi condena...